Reflexiones sobre la Comunicación Pública y el Sistema Social

         En la era de la comunicación de masas, sobre todo en la segunda mitad del s. XX y lo que llevamos del s. XXI, se han dado numerosas modificaciones, cambios y transformaciones que afectan tanto a la Comunicación Pública como al Sistema Social. Los dos sistemas tienen dependencia el uno del otro por lo que los cambios en uno afectan de manera profunda en el otro. 


Los cambios se han producido a todos los niveles estructurales. Los cambios en el Sistema Social, se han dado tanto en la supraestructura que son las ideología, las creencias y las normas sociales; como en la estructura que afecta a la vida familiar y laboral; pero también a la infraestructura a la que pertenecen las materias primas de las que dependen las anteriores.



Los cambios en el Sistema de Comunicación Pública, que han experimentado cambios tecnológicos, las empresas informativas se han vinculado en mayor o menor medida con ideologías y también han entrado en un juego muy peligroso que es la desinformación, la creación de bulos.


Los cambios en el Sistema Social son los que se pueden apreciar ampliamente sobre todo para el gran público, aunque los cambios en la Comunicación hayan sido más rápidos y más notables y sobre todo en menor espacio de tiempo. Tomemos como ejemplo un país como España que hace 40 años salía de una dictadura y pasa de tener una televisión única en el año 75, a que a mediados de los 80 aparecen emisoras de televisión locales “piratas”, a finales de esa década aparecen las primeras televisiones autonómicas y las primeras televisiones privadas. Y en estos momentos, año 2020, existen innumerables canales de televisión: públicos, privados, en abierto, de pago, etc. Sobre todo han aparecido canales donde la información y la opinión ocupan una gran cantidad de tiempo esto es debido a que el pensamiento de los usuarios al que se dirigen los medios necesita cada vez más información y más conocimiento, cómo las tecnologías para generar y transmitir noticias, son cada vez más inmediatas.


Los medios compiten por dar información más rápida, inmediata, esto hace que el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales se hayan extendido, pero nos hacen caer en la trampa de creer que todo los se publica es cierto. Y cómo también queremos ser los primeros en retuitear, nos podemos perder en esa inmediatez sin comprobar los datos y  nos arriesgamos a trasladar mensajes que pueden ser erróneos y al final expandimos la desinformación. Esto hace que las cadenas generalistas y los medios de comunicación tradicionales sigan siendo el referente informativo para la gran mayoría de la población de edad adulta, ya que los jóvenes se informan preferentemente a través de las redes sociales.


La Comunicación Pública sigue siendo una asignatura pendiente, aunque han llevado a cabo pasos importantes con la incorporación de departamentos de comunicaciones en todos los niveles de gobierno y aceptando la actividad como un asunto importante en la vinculación del Estado con la ciudadanía.


El desafío está en consolidar los gabinetes de comunicación como una herramienta de gestión y no de apoyo y con posicionar a los Directores de Comunicaciones -DIRCOM- en una posición de toma de decisiones integral y necesaria desde el momento en que se gestan las políticas públicas y no sólo en su ejecución.


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